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nadie barniza sino quiere ocultar algo

Cosa de nietos

Cosa de nietos El frío
Me quiero ir a León a ver si encuentro la casa donde vivieron mis abuelos. El Tano me dijo en Barcelona que eso era algo típico de sudacas. Yo más bien creía que era una costumbre argentina, así como los hombres usan trajes de baño enormes o las mujeres el pelo largo. Pero me quedé pensando y me di cuenta que en realidad tampoco es cosa de argentinos, sino que es cosa de nietos.

La gente se refiere a la tierra de sus abuelos, no a la de sus padres. Es una búsqueda de segunda generación. No fue un interés de los hijos. Ni un entusiasmo de los inmigrantes recordar.

Cada vez que pienso en todas esas personas escapando de la miseria, la guerra, el hambre, o el holocausto, para venir a refugiarse tan lejos, pero tan lejos no puedo dejar de conmoverme. Como ahora me conmueven los de Europa del Este. Que llegaron hasta el fin del mundo cuando un peso argentino valía un dólar. Al terminar la fiesta de la convertibilidad los hermanos latinoamericanos de Bolivia, Paraguay o Perú, se tomaron el tren de regreso a casa. Pero yo me quedé pensando que va ser de esta pobre gente que vino desde tan lejos, con pasajes de avión tan caros, con un idioma y cultura tan distintos cuando ahora se quieran ir de nuevo a sus países…

¿Quién dijo que se quieren ir? Están acá peleando por ser ciudadanos argentinos, como si lo hicieran por un título nobiliario. Dios mío, que ironía. Puede creerse que la palabra que me asusta es distancia, pero yo creo que la única que me acerca más o menos a entender algo es: frío. Pero es un concepto demasiado profundo como para que lo trate de describir ahora.

-Buenas, soy Llamazares
-Yo también, ¿y qué?
Vuelvo a lo mío, me quiero ir a León y no tengo un mínimo dato, así que le escribí a mi hermana que estuvo hace poco en Madrid y se puso más en campaña con el tema:

Kari: por favor conseguime la fecha de nacimiento de la abuela, el abuelo o la tía. Después de charlar con Julio llegué a la conclusión, que si llego a León y digo: Buenas, soy Llamazares, lo más probable es que me contesten; yo también y qué..... Además que voy a andar buscando, a algún viejo de 90 o 100 años, que de casualidad los haya conocido y los recuerde. ¿Y si lo encuentro qué me va a decir?
- Así yo me acuerdo, se fueron de aquí cuando yo tenía 5 años…Bueno, o por lo menos eso creo.
- Ah….
Y sí... Fin de la conversación.
La gracia es ver si encuentro donde vivieron, y si todavía esta está la casa. Julio está seguro de que vos tenías más datos. Hasta me dijo algo de la calle Escurial (con u). Como sea me voy mañana a la mañana.

Se que volver a llamar a tía es un embole. Por eso lo voy a intentar por el lado de la extorsión: Julio me regalo tres de sus libros. Ninguno de ellos se repite. Si no querés que te juegue a “yo no te toco el aire el libre” intercalado con algún “oooole”....te pido la llames, podes preguntarle: ¿en que año naciste? y cortarle. En ese caso decime a mí que día y mes. Y de recompensa te regalo uno.
Besos, Monica

Respuesta:
Bien por el primo!!!!!!!!!!!!! me hiciste acordar que yo le había mandado un mail cuando él estaba camino a León a ver si investigaba algo. Y soy tan hija de puta que tengo todos los mails en la compu desde el 2000....
Te transcribo:
"Los datos que tengo entonces, es que mi abuelo se llamaba Rufino Llamazares Villaverde y sus hermanos Jacinto y Francisco. Cuando vinieron para acá, vivían en la calle del Escorial Nº 6, esto fue en el año 1925 y los dos tenían 28 años. Mi abuela se llamaba Sofía García y Villegas y tenía varios hermanos. Tengo una foto de la casa en donde vivían antes mi abuelo y sus hermanos, que no se si es la misma, la adjunto".
Te mando la foto se llama “la casa de los soportales”. Los hermanos de la abuela con ella incluida eran 11, como recordaras, pero fueron crepando de chicos, y en esas épocas tampoco sería taaan loco. La tía siempre cuenta -y me tengo que ir a una inauguración de Tatato, así que no me puedo arriesgar a que me lo cuente de nuevo- que los parientes de la abuela trabajaban el campo y eran nómades. La tía Justi nació el 20 de abril de 1923.
Ahora sí Mo, es todo lo que puedo ofrecer.
Te gané quiero mi libro!!!!!!!!!!!!!! Y de paso traeme unas Juanolas que estoy re afónica.
Besos, Ka

Y me quedé mirando la foto… La casa de los soportales. Y entonces me vino a la cabeza uno de esos refranes de mi abuela: “Que nunca nos envíe Dios todo el dolor que podamos soportar….Porque lo soportamos”.
Y sentí frío.

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