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nadie barniza sino quiere ocultar algo

Ricardo

Y si la gusta....

Así decía mi abuelo árabe, que hablaba español bien, pero asi con ciertos detalles. Eso quería decir: y, si le gusta...

Era amplio el viejo. Muy amplio y de esa forma expresaba que si al otro le gustaba algo, estaba todo bien. Sin prejuicios. Asi que si venía alguien contando algún chisme con una alta carga moral, se lo encontraba al viejo respondiendo lo mismo y sin ninguna cara de asombro.

Sospecho que de él, yo heredé cierto relativismo cultural.

Después de aquel encuentro con Ricardo yo me quede con la intriga de por que este pibe prefería estar con esta mina, separada con 4 hijos, con quien no tenía buen sexo y que además se iba a Miramar de vacaciones. Así que hice una encuesta entre mis amigas buscando una respuesta. De las que fueron surgiendo varias interpretaciones que terminaban casi siempre en la misma variante: El pibe no sabe donde encasillarte, es de los que necesitan que te enamores y vos estas en otra, etc.

Pero el sábado a la noche apareció Ricardo, quien me había estado visitando por sorpresa, pero no me había encontrado porque yo había viajado a La Ciudad de la Cordillera, por trabajo y de sorpresa, es decir de un día para el otro.

Si bien me dijo que su novia lo había dejado por loco, precisamente el día anterior, yo le pregunté porque durante este tiempo él había preferido estar de novio con alguien con quien no tenía buen sexo y que no le proporcionaba placer, a estar conmigo.

Lo que no fue ningún reproche, si no el intento de resolver una duda antropológica, que había rondado mi cabeza por días y días. Y encima me costó una interpretación de Psi, a mi personita, a mis ironías y a las boludeces que hacemos junto con Cautiva y que nos divierten tanto (como ese casamiento inventado con participaciones y todo). Como si siendo psicóloga no conociera el refrán "toda interpretación fuera de sesión, es una agresión". En fin. A Cautiva la dejó aparte porque como ella está en pareja... pero a mi me dio pa que tenga, guarde y reparta.

Ricardo me respondió: vos coges muy bien, pero a mi me gustan las mujeres que no saben coger.

Ok. A Cautiva le pareció que el tipo es flor de pelotudo. (Y tiene razón porque una cosa es que te guste que cojan mal y que eso te caliente, y otra muy otra, que al pibe no se le pare, y que eso no lo caliente, pero bue).

Yo sólo necesitaba sacarme la intriga, y me la saqué: si es lo que a él le gusta.

Adios Ricardo

Finalmente Ricardo llamó a la semana. Con ganas de hablar. Pero yo estaba en diva así que lo escuché poco.
Ricardo: ¿Ben Laden?
Lola: Ricardo !! ¿cómo estas?... Aunque creo que ahora deberías llamarme de Caporale Ortiz.
Ricardo: ¿Y que es de tu marido?
Lola: Esta de viaje. Es marino mercante.
Ricardo: No me jodas
Lola: No te jodo. Ya bastante esfuerzo hice, tampoco pretenderás que esté casada, las 24 horas del día los 365 días del año. Con unos pocos meses es suficiente.
Siguió hablando. Me pidió que en algún momento lo llamara y yo: ok, adiós.

Como a los 10 días y después de haber visto “locas de amor”, yo no sé bien si pasaron el tema, “la soledad” de los Versuit, o yo me lo dibujé. Pero seguro era un martes. Me mimeticé con la letra y si.... a la noche la soledad desespera. Así que lo llamé. El estaba en el Tigre o por ahí comiendo o boludeando con unos amigos. Pero a los 25 minutos estaba es casa.

Ricardo: ¿Me extrañaste? ¿Estás enamorada de mí?
Lola: ¿Qué necesitás que te reafirme? Me casé con otro por vos, ¿no te parece una prueba de amor más que suficiente?

Por suerte cuando atraviesa la puerta deja de hablar.... por un rato.

O por lo menos solo dice lo necesario: Sos increíble, sos increíble, sos increíble. Un número insuficiente de veces. Por dos motivos:
Primero: Porque las mujeres somos insaciables.
Segundo: Porque esas frases nunca están de más.

Lamentablemente fueron intercaladas por unos cuantos ¿te das cuenta como me tenés no?, me llamás y no importa donde o quien esté enseguida me tenés.... Si a la primera había sospechado el precio.... a la décima vez que lo repitió, no me quedaba duda, ninguna duda, que lo iba a tener que pagar. Un alto precio.

Y así fue. Terminamos con lo nuestro y empezó a contarme, que estaba así como con una “novia”, pero que ella no lo calentaba, o que él tenía problemas. Que también había estado con su ex mujer. Pero que nadie como yo.

Ok. Pensé. Es el costo.

Pero siguió. Me preguntó que iba a hacer en el verano. Le dije que nada. Que el verano en Baires me encanta. Odio el invierno. Que mi idea era irme de vacaciones a Italia, en el invierno argentino pero que cada vez que planeo ir a Italia algo pasa. Argentina se derrumba, o el Euro se va a la mierda. Que bueno, que también estaba la posibilidad de ir el otro verano a Turquía con Mabel (que espero no haya entrado al Euro (Turquía, no Mabel, ojalá) , o no sé porque Mabel cree que va a ser más barato que otra parte de Europa)

Y ahí el boludo me tiró la frase que más despertó mi cinismo.

Ah podríamos quedarnos en Baires. La chica con que estoy saliendo me invitó a Miramar con sus cuatro hijos, pero no sé que hacer.
Lola: ¿Cuatro hijos, separada y de vacaciones a Miramar? ¿No pensó en suicidarse y ya?
Ricardo: ¿Por que decis eso?
Lola: Ya lo dijo Dalmiro Saenz, cualquiera que odie a los chicos y a los animales, en el fondo no puede ser tan malo.
Ricardo: Pero yo también tengo cuatro...
Lola. Lo que más me revienta de todo esto es esa moda sanisidrense de irse a Miramar de vacaciones, como si estuviera de moda ser pobre.... ¿qué tiene de gracioso que todo este caro y lejos? ¿Que es Miramar, la Punta del Este de la era Kirchner? ¿La Miami de la era Kirchner?. ¿Cancún de la era Kirchner? ¿Paris de la era Kirchner? No entiendo ni quiero entender ese goce de la ¿pobreza?, falsa pobreza, el snobismo de esta época. Y no porque conozca Miami o esté en mis planes, pero ¿por qué no se suicida y chau?.... Con cuatro pibes encima, separada.... y de novia....¿A Miramar? ¿puede haber lugar más deprimente que Miramar? (Mientras levantaba mi ceja izquierda y me respondía, bueno sí, San Clemente del Tuyú o Río Gallegos.....)
Ricardo: El jueves tengo un asado, si queres podes venir conmigo como amiga, porque mi novia va a estar conmigo.
Lola: Si no es para coger, para qué

Ahí es cuando el percibe mi cara de andate que es tarde. Siempre la percibe y a mi me jode porque nunca me deja echarlo.

Nos despedimos en la puerta. Yo con un chau. El con un no te pierdas.

Y sí a veces, por las noches la soledad desespera. Espera por mi, por ti o por él.

Los novios saludaran en el atrio I

Volviendo a Ricardo. Finalmente a la noche llamo. (la noche después que le deje los mensajitos). Diciéndome que estaba preocupado. Yo no entendía por qué tres mensajes tan graciosos causarían preocupación. El pibe respondió con algo así como que quería presentarme un amigo para que yo me pusiera de novia y él poder sentirse libre.

Yo le respondo que es libre, que se sienta libre, y que no tiene ningún derecho a pedirme a mí que arruine MI libertad para su beneficio.

El tonto insiste.

Yo insisto.

Quedó en que tenía unas cosas que hacer, pero si las deshacía se venía para casa. A los 10 minutos lo llamé, a ver si ya había desecho lo que todavía no había hecho (o algo así). Me respondió que todavía no sabía. Yo le mandé un chau pibe too late.

Pero a las dos hora yo seguía caliente. Así que hice ese llamado indigno. Ese llamado que una mujer no debería hacer jamás, pero bue que seria de nosotras si no hiciéramos estas cosas. Lo llamé y le deje en el contestador algo así como: “andate vos y los dos boludos de tus amigos bien, pero bien a la reputamadrequelosrecontraMILparió. Yo no soy el muro de los lamentos, ni psicóloga, ni la mamá de nadie. Vayan a llorar a otro lado ¿OK?

A los diez minutos suena el teléfono.

El Gallego: Estoy cerca de tu casa, ¿estas sola?, ¿puedo pasar?.
Lola: Venite bombón.

Lástima no llamó diez minutos antes.

Terminamos como a las 5 de la mañana, yo no podía dormir a esa hora. Empecé a trabajar y cuando no daba más la llamé a Cautiva para que me hiciera el aguante. Tenía que esperar que mi jefe me llamara desde Europa, entre las 8 y las 9, y no podía correr el riesgo de dormirme a las 7 porque, en mi primer sueño no escucho un terremoto, menos un teléfono.

Como si todo esto fuera poco, el boss no llamó. A las 9:15 desconecté el teléfono y me fui a dormir. Estaba tan pasada que apenas dormí tres horas. Pero no podía dejar de ir un viernes a la oficina estando el jefe de viaje, porque si me llamaba quedaba como una trucha.

Con lo que podía llegué a la oficina, pidiendo la muerte, o en su defecto, un nuevo cuerpo porque el mío ya estaba para destrucción total. Y al cerebro nunca lo pude encontrar. Aunque sospecho había quedado en el living. Pero ¿a quien preguntarle exactamente en qué lugar del living?

En ese estado, y creyendo que iba en camino a las tres horas más largas de mi vida, me la encontré en el msn a Cautiva.

Lo del Gallego ya lo sabía. Pero me quedaba la bronquita de ese llamado indigno. Le escribo: si por lo menos en el mensaje hubiese reforzado la idea de que él no tenía derecho a limitarme a mí, para sentirse libre él...

Pero Cautiva que es una genia, y mucho más los viernes a la tarde, tuvo una idea SENSACIONAL. Y requeterápida, la guacha. La tiró así, al toque (continuará)