Blogia
nadie barniza sino quiere ocultar algo

La confusión

Domingo desde temprano aprovechamos unos pases gratis que tenía Emperatriz, para un día de spa en el Hilton. El hotel que está en Puerto Madero.

Lo empezamos bien. Desayuno frugal, ella jugo de naranja y yo agua mineral con gas, porque amo las burbujas. Se nos acerca un pibe muy lindo, con acento caribeño, saca una cartera Louis Vuitton de una bolsa y nos pregunta que nos parece. Muy linda, le dijimos, y yo irónicamente rematé, mientras nos sea para vos... El se rió y me dijo que no, que para su secretaria. Y se fue.

Con Emperatriz seguimos con nuestra rutina. Fuimos al gimnasio, sauna, masajes, y luego, lo que más me gusta, tomar sol y piscina, el día estaba bueno y además el solarium está en el último piso con una vista al río demencial.

Ahí estábamos tomando sol en las reposeras, cuando se acercó el cubano. Pidiendo recomendaciones sobre lugares para ir a la noche. La Emperatriz, se fue a tomar un baño finlandés, y yo –como buena anfitriona- me quedé aconsejando al cubano. Que en realidad, supe al poco tiempo, vive en Chicago desde niño, y trabaja en una empresa norteamericana, con negocios en Latinoamérica. Me contó, además, que estaba trabajando en Río de Janeiro por un par de semanas, pero se vino a pasar el fin de semana a Buenos Aires, porque según él la ciudad es mucho más bonita, segura y las argentinas mucho más lindas. (Lo dijo él no yo; yo solo repito)

Así mi día de spa y vida sana comenzó a desintegrarse. Primero lentamente, cuando a las tres de la tarde el pibe me dijo de tomar un “Daiquiri”, al borde la piscina. Y luego brutalmente, cuando a las cinco de la tarde estábamos comiendo unas tapas con jamón, quesos, aceitunas, y una botella de vino blanco incluida (que no es el que yo prefiero, pero a las cinco de tarde una mujer tomando vino tinto, aquí, en Buenos Aires, no está bien visto)

Como a las siete, Emperatriz, reapareció, y decidimos irnos a dar una ducha antes de regresar a casa. El cubano me dijo de encontrarnos a tomar otro trago en el lobby del hotel, le dije que si.

En el lobby, mientras charlábamos, me pregunta, ¿por mil dólares subes a mi cuarto?

Lola: (Muy ofendida, hecha una furia, desencajada, no podía creer lo que estaba escuchando), ¡¡¡¡pero que clase de mujer te crees que soy!!!! Una cosa es que esté sola y desesperada, pero otra muy distinta es que esté dispuesta a pagarle mil dólares a un desconocido por un polvo...

Cubano: (Con su mano en mi brazo, tratando de calmarme) No, yo te doy mil dólares si tú vienes a mi cuarto

Ahhhhhh (A veces creo que Mr. Freud tiene razón cuando dice que escucho con un alto grado de subjetividad)

Lola: No. Tampoco soy esa clase de chica. No perdamos el tiempo, me voy.

(Me quería ir volando a contárselo a mis amigas. Que alguien me quiera pagar mil dólares por hacerlo, cuando vengo de plantón en plantón, me subió la autoestima por las nubes. Por primera vez me confunden con un gato en mi vida, y a alguien se lo tenía que contar, si no cuál es la gracia)

Cubano: Pero tu chica piénsatelo bien. Que mil dólares es mucho dinero en este país, ya no viven en la burbuja de un peso un dólar...

(Pronunciaste las palabras mágicas gil... Si supieras como extraño las burbujas... sobre todo esa...)

Lola: (Con odio, pero sin perder la compostura) Sí, es verdad, el país está devaluado, regalado y barato. Pero yo no. Mala suerte.

(Venir a tratarme de devaluada justo ahora, cuando todo empezaba a sonar tan bien... hay que ser boludo)

Cubano: Ok, ok. Discúlpame. Empecemos de nuevo. Si te parece bien, esta noche podemos ir a comer a Palermo Hollywood.

Lola: Ok. Pero antes necesito ir a cambiarme de ropa a casa, no puedo ir así.

Me pidió el número del móvil, para arreglar donde encontrarnos y se lo di.

Desaparecí, y me estuvo llamando toda la noche. No contesté ninguno de sus mensajes. Pagaron justos por pagadores... o algo así.

3 comentarios

Lola -

San, creo que actué de manera muy susceptible... Y justo ahora que están promocionando la ultima temporada de “sex and the city”, (que al fin llegó a buenos aires) vengo a leer uno de los comentarios de Samantha: “Plata es poder. Sexo es poder. Entonces, obtener plata por sexo es un simple intercambio de poder” .

Lo deberían haber publicado antes, que no tengo tanta memoria.

y si, estaba muy bueno

San -

Primera pregunta turista (ella no lo aclara ¿o sí?) ¿el tipo estaba buenisimo? y además te iba a pagaaaaar!!! mmmmmh... ´ganabas de todas formas, por donde le vieras.... lo que si no me gustó fué aquello de que te trató de devaluada (con todo y a la Argentina) =P pues mira!!! Pobres pero dignas ¡¡¡Bien hecho!!! =PP

turista -

estoy empezando a pensar que no estas tan necesitada como dices.
OFERTA : cena en hotel de lujo + polvazo con un tio buenisimo + 1000$(opcionales, solo si los quieres)
¿donde hay que firmar?

(si puede ser "tia buenisima" mejor...)